20 octubre, 2010

Café crepuscular


Hacía ya cierto tiempo que la imagen fotográfica devino para mi en teoría y en ciertas reflexiones sobre su "esencia", su carácter documental o poético. Poco a poco me alejé de la producción y de la captura de imágenes.  La lectura de clásicos en el tema absorbió gran parte de mi tiempo. El estudio de la imagen nos lleva por muchos derroteros que nos obligan a una concentración tal que en ocasiones el uso de la cámara se ve restringido por completo, y sin embargo, lo que no he perdido del todo es ese asombro por las cualidades de la luz ambiental, por la atmósfera que logra crearse en determinado momento.


Un domingo, a mitad de la tarde, me fijé con cierta atención en las cualidades de la luz que entraba por una vieja ventana del estudio que comparto con Mónica. Sin pensarlo demasiado tomé mi vieja cámara y comencé a captar algunas imágenes. Hoy quiero compartirlas y darle más continuidad a este viejo blog que me ha acompañado ya durante seis años y al cual le debo la amistad de varias personas que son importantes en mi vida. A todas esas personas, las invitó un café.


11 octubre, 2010

Iconología del Arte para saludar a una artista


Iconología, de la figura que representa al Arte, del Cavaliere Cesare Ripa. Imagen digitalizada por el personal del Fondo Reservado de la Biblioteca Nacional de la Universidad Nacional Autónoma de México, año 2010

El pasado lunes acudí al Instituto de Investigaciones Filosóficas de la Universidad Nacional Autónoma de México para presenciar la defensa de la tesis de Master en en Filosofía, ciencia y valores por la Universidad del País Vasco y la misma UNAM, que trabajó arduamente mi querida Mónica Márquez.

La defensa de la tesis fue brillante. Mónica demostró tener amplio conocimiento en eso vericuetos del arte, la ciencia y la filosofía. Su tesis aborda el tema de las nuevas propuestas artísticas donde se utilizan organismos vivos para otorgarles una cierta cualidad estética.

Esta fue la entrada de Mónica al mundo del arte. El ejercicio pragmático lo está desarrollando en el CENART, y pronto nos dará sorpresas a todos los  que la amamos. No podía dejar pasar la oportunidad para felicitarla y decirle de nuevo que además de hermosa, es una mujer muy inteligente y tenaz.

La imagen que publico y que le obsequio a Mónica, formará parte de mi tesis de Maestría en Artes Visuales por la misma UNAM. Esta forma parte de la exquisita Iconología del maestro Cesare Ripa, publicada en el siglo XVII, y a la cual tuve acceso gracias a mi tutora Laura González Flores y al personal del Fondo Reservado de la Biblioteca Nacional.

22 septiembre, 2010

Cien años de la Universidad Nacional Autónoma de México


Este fondo me fue enviado por la gente de Artes Visuales de a Universidad Nacional Autónoma de México y con gran orgullo la publico en este espacio. la UNAM me ha dado la posibilidad de estudiar Periodismo y Artes Visuales, gracias a ella he conocido a gente inteligente, talentosa, dedicada, responsable. ¿Qué sería de este país sin la UNAM?

13 septiembre, 2010

Sobre la World Press Photo

Fotografía: Pietro Masturzo

De nueva cuenta el Museo Franz Mayer de la ciudad de México alberga la World Press Photo, exposición que contiene las fotografías periodísticas más impactantes y sorprendentes que se captaron durante el año pasado.

Al apreciar las imágenes que forman parte de esta muestra 2010, siempre nos queda la suspicacia del por qué de la elección del jurado. ¿Por qué fueron elegidas esas imágenes por sobre otras miles? ¿Por qué un suceso de carácter noticioso que acontenció en cierta región del mundo, es más trascendente que otro? Entre el público en general y entre los amantes de la fotografía se generan debates y reflexiones al respecto. Todos expresamos nuestros puntos de vista sobre esas elecciones.

En esta ocasión, el objeto de discordia es la imagen de Pietro Masturzo, que fue captada en Irán, en el contexto de las protestas postelectorales donde se reeligió el actual presidente que está empeñado en hacer de esta nación una potencia nuclear.

En la imagen apreciamos a tres mujeres en una azotea de algún edificio de Irán, una de ellas emite un grito, al menos eso logramos observar. Al parecer la imagen fue captada durante el atardecer, lo que podría tomarse como algo simbólico. Y al observar de manera rápida y general la imagen, sin la información que le otorga contexto, historia, nos podría parecer una fotografía más, sin importancia. De esto se desprende que la estética de la imagen periodística es distinta, por más que se le ha querido identificar con otras estéticas. El reportero gráfico no sólo piensa en el encuadre, en la luz, sino en la información periodística que le otorga sentido e importancia a una escena en particular. No es sólo capturar una umagen, sino capturar la mejor imagen en cuanto a la trascendencia, la que te permita informar visualmente lo que alli acontencía, buscando que la fotografía diga por sí sola lo que tiene que informarse, que la cantidad de palabras del pie de foto sean mínimas.

Esto nos lleva a cuestionarnos sobre la estética de la imagen periodística, y además el por qué debe haber estética en una imagen que se antoja más informativa que persuasiva o emotiva. Esta es una invitación para reflexionar.

06 julio, 2010

Reencontrándome en viejos sitios


Sobre una obra poética de Fernando Pessoa. Autor: Arturo Ávila Cano. Año 2010.


Hacía bastante tiempo que no me detenía en la página zonezero, del gran fotógrafo mexicano Pedro Meyer. Buscando una frase relacionada con la imagen, volví a encontrar un memorable ensayo fotográfico que Pedro captó a lo largo de muchos años. En ese ensayo se concentra la historia de sus padres, y finaliza con la muerte de ambos debido a una enfermedad terminal. Meyer logró diseñar una historia de una gran carga emotiva. El trabajo es de un gran virtuosismo estético, ya que combina las imágenes, con una voz en off que intensifica el dramatismo de la historia, y todo acompañado de una suave música.

El trabajo en cuestión fue nombrado como Fotografío para recordar, y si están interesados les dejo el enlace directo.

Al verlo, un se pregunta si tendríamos las agallas para hacer lo mismo que hizo Meyer, registrar no sólo la felicidad, sino también el desconsuelo y la tristeza, sobre todo cuando ambas rondan nuestro ámbito familiar, y no el de los demás. Otras preguntas sobre la imagen vienen a la mente al repasar cada una de las fotografías. Pero para juzgar la obra es preciso desprenderse de cierto juicio moral, en el cual fácilmente se puede caer.

Asimismo, al proseguir con mi periplo por zonezero hallé una historia breve, cargada de símbolos, en la que se narra la breve relación entre dos grandes personajes de nuestro siglo: el escritor argentino Jorge Luis Borges y el fotógrafo francés Henri Cartier Bresson. Esta es la historia:

fotografía de Pedro Meyer

El regalo de un poeta ciego
Escrito por Pablo Cabado, de Argentina

"Un día Cartier-Bresson recibe una llamada telefónica de parte del escritor Jorge Luis Borges, quien deseaba saber si iba a aceptar un premio, al cual Borges quería nominarlo.
El premio era ofrecido por una rica mujer que vivía en Sicilia. Era para todo tipo de artistas. Lo que distinguía este premio de la mayoría de los otros era que el ganador del premio anterior,nominaba, después de dos años, al siguiente. Y ahora Borges quería darselo a Cartier-Bresson. ¿Por qué a mi? preguntó. Porque soy ciego, dijo Borges, y quiero dartelo en reconocimiento a tus ojos.
Cartier-Bresson sintió que no podía rechazar a Borges, así que viajó a Palermo para la
ceremonia de premiación. Allí fue hospedado en un viejo hotel de alta reputación. El nombre, o algo parecido, era familiar para él. Finalmente encontró por qué. Era el hotel en el que se habían hospedado sus padres en su luna de miel. Él había nacido nueve meses después. En este mismo hotel, donde fue alojado porque sus ojos habían ganado un premio, él había sido concebido."

Esta entrada la dedico a Mónica

Entre otras cuestiones que tienen que ser discutidas desde varias disciplinas, ambas historias nos permiten comprender la gran relación entre imagen y palabra. Sin duda.

17 junio, 2010

Dada reloaded



Después de un largo periodo, reanudo mis publiciones en este blog para saludar a los amigos como Juan Bautista Morán, Roberto Patto y la infatigable Lila Sarai.


Amigos, les informo que me alejé de esta bitácora para terminar mis trabajos del último semestre de mi maestría en Artes Visuales. Los trabajos del Seminario de Arte Contemporáneo y del taller de Experimentación Plástica me exigieron concentración y dedicación al máximo. He terminado casi todos los cursos, con excepción de la materia de Análisis Visual, donde debo un pequeño trabajo. Ahora resta la tesis, que va bien dirigida por la talentosa Laura Gonzáles Flores.

En verdad que estoy satisfecho hasta este momento. Logré concluir mi maestría sin renunciar al trabajo ni claudicar en el intento. Estoy feliz por ese y varios motivos.


Ahora publico desde el sur de la ciudad de México. Mónica y yo nos hemos mudado a Coyoacán para terminar nuestras tesis de grado. Hemos encontrado un sitio muy agradable desde el cual esperamos encontrar la inspiración necesaria para concluir estos proyectos.

Mientras tanto, les agradezco a todos las visitas a este añorado sitio, donde prometo publicar con más frecuencia para todos ustedes.

14 abril, 2010

Nace, vive y muere en los ojos. Proyecto Ut Photographia Poesis


El amor nace, vive y muere en los ojos. Sobre una frase de Vicente Huidobro. Fotomontaje digital: Arturo Ávila Cano. Año 2010.

Esta imagen contiene alrededor de 10 capas. Para llegar hasta ella utilicé algunas fotografías con las que he estado jugando desde hace tiempo. Imágenes que en apariencia no guardan relación alguna, pero ya unidas conforman un discurso.
En la semana regresé a la estética creacionista de Vicente Huidobro, la cual contiene una serie de imágenes que precisan de una complicidad lúdida por parte del lector. Los poemas de Huidobro fueron el aliciente para la creación de este fotomontaje digital, que dedico a mi amada Mónica y mi buen amigo Juan Bautista Morán.

12 abril, 2010

Proyecto Poesis silens Pictura poema loquens

Imágenes dedicadas a mi amada Mónica




Proyecto Poesis silens Pictura Poema Loquens. Fotomontaje digital: Arturo Ávila Cano. Año 2010

El resto de las imágenes que pertenecen a este proyecto las publicaré en mi bitácora dedicada a la poética de la imagen fotográfica.

08 abril, 2010

Proyecto Poesis silens Pictura poema loquens




Amigos, les publico una de las imágenes que voy a presentar mañana en la Academia de San Carlos ante mi maestra de taller y ante mis compañeros. Esta ha sido una semana difícil, pues el regreso a la maestría implicó trabajo teórico y de taller.
Logré entregar otro capítulo de mi tesis y ahora vamos a entregar el discurso plástico. Sin embargo, pese al trabajo agradezco que la vida me esté permitiendo conocer gente talentosa e interesante como mis maestras y compas de San Carlos y del Instituto de Investigaciones Estéticas de la UNAM.

03 abril, 2010

Epístola icónica


La revelación poética. Proyecto Ut photographia poesis. Autor: Arturo Ávila Cano. Año 2010.

Esta entrada la dedico a mi buen amigo Juan Bautista Morán, quien en una reciente obra, desempeñó el papel del cartero de mis cartas de amor. La imagen que dediqué a mi amada Mónica recorrió los siguientes vericuetos: las imágenes de esa composición fueron captadas en Cartagena, Colombia, y en San Agustín, Etla, en la vieja Antequera, México. Todas fueron reunidas y editadas en un estudio de la ciudad de México y emprendieron un viaje ultramarino por el ciberespacio. La imagen fue enviada a la dirección de Juan, en Madrid, él la mandó imprimir y después fue enviada por correo normal hasta el País Vasco, donde finalmente llegó para permanecer en manos de Mónica.

Ahora publico esta composición poética, para agradecer a Juan su bonhomía. Y también aprovecho para enviar un gran abrazo tanto a mi querida Mónica como a mi compañero de andanzas estéticas.

PD. Tanto la imagen anterior, la de la hermosa sirena, como ésta que recien publico, pertenecen a la serie Ut Photographia Poesis, que estoy trabajando para mi proyecto en la Academia de San Carlos.

18 marzo, 2010

Para mi amada Mónica por su cumpleaños



Hago una pausa en las publicaciones que venía llevando a cabo sobre el viaje por la bella Colombia, para subir esta imagen en honor a la hermosa Mónica Márquez, y esta reina de los mares de Cartagena saluda el cumpleaños de esta increible mujer que la vida me permitió conocer hace ya 10 meses.

16 marzo, 2010

Viaje por Colombia. Tercera parte. Tolu-Coveñas



Hola

Con esta entrada de nuevo agradezco a mi amada Mónica y a su familia por esa calidez con la cual me cubrieron durante mi estancia en ese hermoso país de la parte sur de este continente.


Después de todo el ajetreo que vivimos en la hermosa Cartagena, nos encaminamos rumbo a Tolú-coveñas, una hermosa zona del caribe colombiano donde las personas que gustan de relajarse en la playa pueden rentar una casa para pasar desde un fin de semana hasta varios días.

El viaje hacia Tolú lo hicimos por carretera. En muchas zonas se nota la vigilancia del ejército colombiano, pero en ningún momento respiré tensión en el ambiente, quizás sea ese el mal del turista, que nunca alcanza a dimensionar la realidad de un país tan bello y complejo.





Mónica y yo nos trasladamos hacia esa bella zona para convivir con su familia, a la cual ya conocía gracias a muchas pláticas agradables que habíamos sostenido por medio del Skype. Alli, en una hermosa casa de dos plantas nos esperaban sus padres, sus hermanas y sus sobrinas.

El viaje fue largo, salimos de Cartagena casi a las diez de la mañana y llegamos a Tolú casi a las 7 de la tarde. Después de saludar y conocer a sus amables padres nos encaminamos hacia la playa donde se encontraba su hermana Claudia con sus bellas hijas, Laura y Manuela.





Los días siguientes los pasamos en las cálidas playas, nadando, tomando cerveza y degustando la suculenta comida a base de pescado que preparaban Ana María, Don Virgilio y Biviana.

Después de unos días, nos trasladamos a un lugar conocido como el Volcán de lodo, una zona donde la gente acude para darse un baño medicinal. En verdad la gente llega más por diversión que por encontrar alguna posible cura a sus males. Fue todo un acontecimiento tratar de nadar en lodo, moverse por toda esa capa pesada de agua y tierra. Por momentos me sentí como político mexicano, sólo que hay una diferencia radical: éstos nadan entre la mierda y no en el lodo.

Después de un rato de diversión, nos trasladamos al pueblo de Coveñas. En la zona popular tuve la oportunidad de probar algunos antojitos, como las famosas Arepas, que la gente vende en las puertas de su casa o en pequeños puestos de calle. Al momento de estar cenando con Moni, me llamó la atención que algunos habitantes lucieran la playera del equipo PUMAS, de la UNAM. Ese detalle me permitó acordarme del país que había dejado días atrás. De ese país del cual deseaba alejarme por una temporada.

El viaje a Colombia estaba resultando más que inesperado. Me estaba gustando en demasía ese país.

Esos breves días en la zona de Tolú-Coveñas fueron muy importantes para refirmar esa calidez, esa sencillez y ese don que posee la familia Márquez Sánchez.

11 febrero, 2010

Sobre la Bella Cartagena

Estas entradas van dedicadas a la hermosa familia Márquez Sánchez,
que me abrió las puertas de par en par. Gracias a todos!!!







Piezas prehispánicas que resguarda el Museo del Oro. Cartagena, Colombia. Foto: Arturo Ávila Cano. Año, 2009.


Estimados amigos, aqui les publico otra serie de fotos que capté en Cartagena de Indias, lugar al que todo viajero desea volver. En esta entrada les muestro algunas de las calles y sitios de interés que posee este hermoso lugar, el segundo que toqué en mi viaje por Colombia.

De la mano de mi bella Mónica caminé lentamente por esas añejas callejuelas que pisaron en otros tiempos otros amantes; calles saturadas de color, llenas de balcones con flores; puertas históricas que invitan a tocarlas; plazas que invitan a sentarse a tomar un "tintico" al lado de la amada y ver plácidamente pasar la tarde.






La hermosa e increible escenografía que montó el dueño del Barco Ebrio augura noches tormentosas para aquellos que gustan del buen beber, sobre todo si no saben evitar los mareos o las ganas de ahogarse de la pena o la dicha. Foto: Arturo Ávila Cano. Año, 2009.

Cartagena es un rincón bohemio del Caribe. Un lugar para los amantes de las letras, de la música y del cine. Sin duda embruja, posee belleza, cultura, historia. Ello se refleja en las imágenes que tomé en el Museo del Oro, en las calles, en los bares, en su cielo.

La comida de Cartagena es deliciosa, alli disfruté del sancocho de pescado, del arroz con coco, del salpicón de pescado; tomé agua panela con limón, avena con leche bien fría, probé la suculenta fruta del lulo y traicioné a la cerveza mexicana y al Salón Corona tomando en distintos bares la pequeña Costeñita y la emblemàtica Club Colombia.










Señores, yo no cambio Cartagena por el degradado Cancún ni por el horrible Acapulco. Como Cartagena no hay señores, no hay nada.

28 enero, 2010

Viaje por Colombia. Primera parte: Bogotá y Cartagena



El mes pasado viajé desde la ciudad de México hacia Cartagena, Colombia. Invitado por mi amada Mónica, dejé el país en medio de una crisis económica que auguraba un diciembre muy triste para la mayor parte de los mexicanos. Me acompañó además la noticia de la muerte de Arturo Beltrán Leyva, un sanguinario capo del narcotráfico. Con esa clase de información agradecí estar lejos de mi patria, aunque fuera por unos días. Así que la madrugada del 17 de diciembre salí del aeropuerto Benito Juárez con rumbo a Bogotá.

Viajé a Colombia decidido a conocer el lugar donde nació Mónica. Me alejé de los prejuicios que pintan a ese país como una tierra violenta, sin remedio. Me olvidé de las diatribas de Fernando Vallejo y de muchos seudoperiodistas que afirman que Colombia es el país más violento del continente. Estúpidos, basta con leer algunos diarios de México para enterarse que hasta en ese rubro ya hemos sobrepasado cualquier límite de tolerancia posible. No la hay, y me duele mi país. A veces pienso en ello y me preguntó qué diablos pensará Vallejo, pero no creo que se entere de mucho refugiado en la céntrica y elitista colonia Condesa, donde la crema y nata de la intelectualidad y los artistas posmodernos se dan cita, conviven y se regodean en sus reflexiones.

Antes de llegar a Bogotá, hicimos una breve escala en el aeropuerto de San José de Costa Rica, del cual no salí debido a la breve espera para el vuelo de conexión que me llevaría hasta la capital de Colombia.

No tenía mucho tiempo para visitar Bogotá, así que sólo recorrí el llamado cerro del Monserrate, donde gracias a un servicio de teleférico, puedes conocer el santuario desde donde se domina una hermosa e impresionante vista de esa ciudad que se ve pujante y decidida. No tuve ni tiempo ni interés de conocer más rincones de Bogotá, precisamente porque tenía un vuelo de conexión hacia Cartagena.



















Mi vuelo hacia esa hermosa parte del caribe colombiano se retrasó, así que no me quedó más remedio que esperar en el horrible aeropuerto bogotano. Después de algunos minutos, pude viajar hasta Cartagena de Indias; llegué pasada la medianoche. Mónica ya me esperaba en un cuarto de hotel del centro de esa ciudad amurallada.





Cartagena es muy parecida a la ciudad de Campeche, en México, sólo que a mi parecer esta última está mejor conservada, aunque no tiene el ambiente ni la pujanza de la primera. Durante nuestra estancia visitamos el imponente fuerte de San Felipe, lugar desde donde los españoles defendían el territorio de los ataques piratas.








Antes de subir al fuerte, en un pequeño bar, bebimos un par de cervezas Club Colombia, que son la joya de la corona. Tanto Mónica como mi amigo Juan Manuel me habían hablado sobre esta maravilla.

Al estar en la parte más alta del fuerte San Felipe advertí la magnitud del mismo y la importancia que debió haber tenido Cartagena para la corona española. En el lugar nos tomamos varias fotos, y una de las que más me gustó fue la de mi querida Mónica sosteniendo la enorme bandera de su hermosa patria.




Después nos dirigimos al centro de la ciudad para buscar un lugar de comida regional. Disfrutamos unos sancochos de pescado, arroz con coco (una especialidad) y agua panela con limón. Horas más tarde seguimos recorriendo las plazas como la de Santo Domingo y la de Fernández de Madrid, esta última muy transitada y conocida porque allí se encuentra la iglesia donde se casó el famoso corredor de autos Juan Pablo Montoya.





Toda la tarde-noche caminamos por muchas calles y plazas de Cartagena. En la plaza de San Diego nos dimos un descanso y apreciamos el relajamiento de todos los jóvenes que tranquilamente bebían cerveza y escuchaban música.

En nuestro segundo día de estancia día visitamos más plazas, museos y dimos un recorrido por algunos sitios interesantes. Al atardecer, en la plaza Fernández de Madrid disfrutamos una pizza gourmet, y resultó peculiar porque el sitio no tiene espacio para mesas ni bancos ni sillas, por lo que aquel que quiera comer su pizza agarra un banco y lo pone en el parque para utilizarlo como mesa. Esa cena fue de pizza vegetariana y de club Colombia. Por la noche acudimos a un bar pintoresco donde se escuchaba música cubana y puertorriqueña. El lugar tenía buen ambiente, así que nos quedamos varias horas disfrutando del sitio y de los parroquianos. Allí, pude disfrutar de otra cerveza colombiana excelente: la costeñita, una pequeña joya que venden un envase que le da más apariencia de refresco. Francamente la cerveza colombiana es exquisita.



Al siguiente día de nuestra estancia en Cartagena nos encontramos con más sorpresas, entre las que se encuentra el excéntrico Museo del Oro, que contiene piezas de incalculable valor y de un diseño sofisticado que envidiarían muchos artistas posmodernos. Durante las caminatas no pude evitar beber el famoso “tintico”, un pequeño y suculento café que te ofrecen los vendedores ambulantes por 150 pesos colombianos; más tarde fuimos hallando lugares hermosos y excéntricos, como el Barco Ebrio, un lugar increíble para ahogar las penas, un sitio que contiene imponentes esculturas de proa, hermosas sirenas de cuerpos voluptuosos y ojos de ensueño (me parece estar describiendo a las mujeres de Medellín).



El Barco Ebrio contiene además timones de proa para colgar las copas, viejas redes de pescadores, lámparas, motivos marinos que me trajeron a la mente el recuerdo de la casa de Isla Negra, de mi amado poeta Pablo Neruda. Y allí en ese lugar, en compañía de mi amada Mónica recordé los versos más hermosos que el poeta dedicó al mar, a la mujer.

Cartagena me agradó. Jamás, en ninguna de sus calles, me sentí como un extranjero; la añeja ciudad está llena de cultura. En ella se llevan a cabo renombrados festivales de música y de cine. Cartagena se ha convertido en un lugar de descanso para los colombianos. Actores, cantantes, famosas vedettes, deportistas, políticos e intelectuales buscan con ahínco tener una casa dentro del casco amurallado de la antigua ciudad donde convive gente de distintas razas al amparo de la India Catalina, hermoso estereotipo de una mujer que cumplió el mismo papel que la Malitzin jugó en la colonización de México.

Un tanto contrariado por la corta estadía nos despedimos de Cartagena y emprendimos el camino rumbo a Tolú-Coveñas, donde nos esperaba la familia de Moni.