12 enero, 2008

Visita a la Zona Arqueológica de Palenque, Chiapas (I parte)


Estela en un edificio maya de la zona arqueológica de Palenque. Fotografía: Arturo Ávila Cano, diciembre de 2007


Edificio con estelas en Palenque, Chiapas. Fotografía: Arturo Ávila Cano. Diciembre de 2007



Hay una columna en la revista Tiempo Libre titulada La Chulanga, que procuro leer de manera regular. La escritora Nora Emilia posee un estilo ameno, siempre comienza sus colaboraciones de esta manera: "Divorciada y con dos hijas..." En fin, no hay forma alguna de que alguien olvide ese comienzo tan original.

Pues bien, casi divorciado, sin hijos y sin planes concretos para el futuro, decidí viajar al sureste mexicano para evadirme y olvidar mis problemas personales. Mi mujer viajó a Guanajuato a pasar la navidad y el año nuevo con toda su familia. Yo me quedé solo, en lo que parecía ser el "hogar dulce hogar", que pronto se convirtió en el espacio más pequeño, solo y triste que pudiera imaginar.

Resignado a ver mi matrimonio naufragar sin tregua alguna, emprendí un viaje a Villahermosa, para trasladarme a Palenque, en Chiapas. Tenías ganas de viajar solo y visitar ciertos lugares perdidos en la Selva Lacandona. Más que un viaje de recreación era el primer intento para acostumbrarme a estar solo de nuevo. No sabía lo que iba a sentir al ver a tantas parejas y tantas familias reunidas con motivo de las festividades navideñas, pero eso no me iba a detener... y no me detuvo.

Así que el 26 de diciembre, tomé mi maleta, mis cámaras fotográficas y salí rumbo al aeropuerto. No quería perder tiempo viajando por tierra. Quería llegar lo más rápido posible a Tabasco, para de allí subir a un camión rumbo al pueblo de Palenque.

Palenque es un pueblo sin muchos atractivos. Es un pueblo feo, por qué no decirlo. Exceptuando la zona arqueológica y el café Yara, Palenque es un sitio que no me representaba demasiado interés. No tiene edificios coloniales, como San Cristobal, no tiene parques bellos o plazas para recrearse la vista. Hay demasiadas tiendas de artesanías, restaurantes y agencias de viajes. Sin embargo, Palenque es un lugar obligado para partir hacia otras zonas de Chiapas, como Bonampak o Yaxchilan.

Llegué a Palenque a las dos de la tarde del 26 de diciembre. Rápidamente busqué un hotel barato y limpio para dejar mis cosas, y visitar la impresionante zona arqueológica. Tomé un taxi colectivo para llegar a las ruinas. Estaba decidido a salir del sitio hasta que cerraran, así que tan pronto arribé, mostré mi credencial de maestro y me dirigí al edificio principal, que cuenta con unas estelas donde se representa al Rey Pakal.

Apenas podía creerlo, estaba solo, sin mi amada mujer en un sitio que ambos visitamos en los buenos tiempos. El bramido de un mono saraguato me sacó del letargo en el que había caído. Me dije: "Vamos ya, esta es tu nueva circunstancia, ya te acostumbrarás... ahora a dedicarle tiempo a esa amante celosa que es la fotografía, a la cual renunciaría sin duda alguna por una mujer".

Y bueno, tras encontrarme de manera increíble con algunas personas no muy gratas para mi -vaya mi suerte-, recorrí de manera lenta y pausada la hermosa y extensa zona arqueológica. Trataba de concentrarme en los edificios del impero maya y no ver fijamente a nadie, a ninguna persona, a ninguna pareja, a ninguna familia.

Ahora les publico las mejores imágenes que capté en Palenque. Espero les agraden. Mi viaje prosiguió hacia la Selva Lacandona, donde hice amistad con gente de mi país, México, de Colombia, la tierra del nóbel, y de Montreal, Canadá.





































07 enero, 2008

Marcha contra los jueces de la ¿suprema corte? y contra el gober precioso











Estas imágenes pertenecen a una marcha que se llevó a cabo en diciembre del año pasado en el centro histórico de la ciudad de México. En esa ocasión, tanto niños como padres de familia protestaron por el fallo de la suprema corte de justicia, en el cual se exonera a Mario Marín, gobernador del estado de puebla de haberse confabulado con el empresario de la mezclilla Kamel Nacif, para atentar en contra de Lidia Cacho, valiente periodista que denunció la relación entre ciertos empresarios y el círculo de pederastas que actúan impunemente en el sureste mexicano.

La relación entre Kamel Nacif y el gobernador de Puebla fue evidenciada mediante una llamada telefónica donde el empresario agradece a Marín su intervención para "asustar" a lidia Cacho, y que ella desistiera en seguir investigando y denunciando toda esa podredumbre. Dicha llamada fue ampliamente difundida en varios medios de información de México.

Se pensaba que eso era motivo suficiente para destituir a Mario Marín y castigar de manera jurídica a los empresarios pederastas; sin embargo, la suprema corte no encontró suficientes evidencias para castigar a nadie. Este es otro síntoma de la corrupción que priva en el poder político y judicial de México.

Vaya con los políticos de quinta que tenemos, incluido el señor ese que dice ser presidente de este país, y con los jueces y sus cerebrales decisiones. Al diablo con ellos.