18 marzo, 2010

Para mi amada Mónica por su cumpleaños



Hago una pausa en las publicaciones que venía llevando a cabo sobre el viaje por la bella Colombia, para subir esta imagen en honor a la hermosa Mónica Márquez, y esta reina de los mares de Cartagena saluda el cumpleaños de esta increible mujer que la vida me permitió conocer hace ya 10 meses.

16 marzo, 2010

Viaje por Colombia. Tercera parte. Tolu-Coveñas



Hola

Con esta entrada de nuevo agradezco a mi amada Mónica y a su familia por esa calidez con la cual me cubrieron durante mi estancia en ese hermoso país de la parte sur de este continente.


Después de todo el ajetreo que vivimos en la hermosa Cartagena, nos encaminamos rumbo a Tolú-coveñas, una hermosa zona del caribe colombiano donde las personas que gustan de relajarse en la playa pueden rentar una casa para pasar desde un fin de semana hasta varios días.

El viaje hacia Tolú lo hicimos por carretera. En muchas zonas se nota la vigilancia del ejército colombiano, pero en ningún momento respiré tensión en el ambiente, quizás sea ese el mal del turista, que nunca alcanza a dimensionar la realidad de un país tan bello y complejo.





Mónica y yo nos trasladamos hacia esa bella zona para convivir con su familia, a la cual ya conocía gracias a muchas pláticas agradables que habíamos sostenido por medio del Skype. Alli, en una hermosa casa de dos plantas nos esperaban sus padres, sus hermanas y sus sobrinas.

El viaje fue largo, salimos de Cartagena casi a las diez de la mañana y llegamos a Tolú casi a las 7 de la tarde. Después de saludar y conocer a sus amables padres nos encaminamos hacia la playa donde se encontraba su hermana Claudia con sus bellas hijas, Laura y Manuela.





Los días siguientes los pasamos en las cálidas playas, nadando, tomando cerveza y degustando la suculenta comida a base de pescado que preparaban Ana María, Don Virgilio y Biviana.

Después de unos días, nos trasladamos a un lugar conocido como el Volcán de lodo, una zona donde la gente acude para darse un baño medicinal. En verdad la gente llega más por diversión que por encontrar alguna posible cura a sus males. Fue todo un acontecimiento tratar de nadar en lodo, moverse por toda esa capa pesada de agua y tierra. Por momentos me sentí como político mexicano, sólo que hay una diferencia radical: éstos nadan entre la mierda y no en el lodo.

Después de un rato de diversión, nos trasladamos al pueblo de Coveñas. En la zona popular tuve la oportunidad de probar algunos antojitos, como las famosas Arepas, que la gente vende en las puertas de su casa o en pequeños puestos de calle. Al momento de estar cenando con Moni, me llamó la atención que algunos habitantes lucieran la playera del equipo PUMAS, de la UNAM. Ese detalle me permitó acordarme del país que había dejado días atrás. De ese país del cual deseaba alejarme por una temporada.

El viaje a Colombia estaba resultando más que inesperado. Me estaba gustando en demasía ese país.

Esos breves días en la zona de Tolú-Coveñas fueron muy importantes para refirmar esa calidez, esa sencillez y ese don que posee la familia Márquez Sánchez.