05 abril, 2011

El centro es más digno gracias a ellos


La hermosa plaza que lleva al Museo Nacional del Arte y al Palacio de Minería se ha transformado en un sitio para el arte visual y sonoro. En ella, trabaja mi buen amigo David Cerón sus obras en tiza y carbón. Los transeuntes paran un momento su carrera cotidiana para observarlo, y también aprestan un tiempo para escuchar esa melancolía que sale de la inspiración del Vampire, músico que lleva años deambulando por las calles del Centro Histórico de la ciudad de México. Si esta ciudad es más digna y humana se la debemos a estos personajes que toman por asalto las calles para ofrendarnos cultura y no a los estúpidos politiquillos que se dicen de izquierda. He dicho.