11 febrero, 2010

Sobre la Bella Cartagena

Estas entradas van dedicadas a la hermosa familia Márquez Sánchez,
que me abrió las puertas de par en par. Gracias a todos!!!







Piezas prehispánicas que resguarda el Museo del Oro. Cartagena, Colombia. Foto: Arturo Ávila Cano. Año, 2009.


Estimados amigos, aqui les publico otra serie de fotos que capté en Cartagena de Indias, lugar al que todo viajero desea volver. En esta entrada les muestro algunas de las calles y sitios de interés que posee este hermoso lugar, el segundo que toqué en mi viaje por Colombia.

De la mano de mi bella Mónica caminé lentamente por esas añejas callejuelas que pisaron en otros tiempos otros amantes; calles saturadas de color, llenas de balcones con flores; puertas históricas que invitan a tocarlas; plazas que invitan a sentarse a tomar un "tintico" al lado de la amada y ver plácidamente pasar la tarde.






La hermosa e increible escenografía que montó el dueño del Barco Ebrio augura noches tormentosas para aquellos que gustan del buen beber, sobre todo si no saben evitar los mareos o las ganas de ahogarse de la pena o la dicha. Foto: Arturo Ávila Cano. Año, 2009.

Cartagena es un rincón bohemio del Caribe. Un lugar para los amantes de las letras, de la música y del cine. Sin duda embruja, posee belleza, cultura, historia. Ello se refleja en las imágenes que tomé en el Museo del Oro, en las calles, en los bares, en su cielo.

La comida de Cartagena es deliciosa, alli disfruté del sancocho de pescado, del arroz con coco, del salpicón de pescado; tomé agua panela con limón, avena con leche bien fría, probé la suculenta fruta del lulo y traicioné a la cerveza mexicana y al Salón Corona tomando en distintos bares la pequeña Costeñita y la emblemàtica Club Colombia.










Señores, yo no cambio Cartagena por el degradado Cancún ni por el horrible Acapulco. Como Cartagena no hay señores, no hay nada.