25 junio, 2007

Ansiedad


Fotoilustración con dos imágenes: Arturo Ávila Cano. Junio de 2007.

En ocasiones el trabajo académico es más burocrático que creativo, sobre todo cuando hay que elaborar actas, evaluar, hacer informes, etcétera. No he podido hacer tanta fotografía como yo quisiera, estoy quedando a deber tantos temas que quisiera abordar de manera gráfica. El tiempo me lo impide. Si deseo vacaciones es para descansar de tanto trámite y poder dedicarme al trabajo creativo, que es el único que me apasiona.

Esta fotoilustración trata de reflejar esta ansiedad que tengo por salir a la calle a buscar imágenes, instantes, fragmentos de vida. Con el paso del tiempo me convenzo de que sólo cuando estoy trabajando fotografías es cuando me encuentro conmigo mismo, con lo que me agradar hacer y ser. Que me disculpe la docencia, pero mi prioridad es y será la fotografía... y ahora, gracias a buenos amigos como Marlen Vargas, Juan B.M; Luis Vence y Josep Fábrega estoy buscando afanosamente el aspecto creativo en mis imágenes.

En un momento de mi vida en la que no hallaba qué hacer conmigo, en una etapa de franca autodestrucción, la fotografía fue mi terapia, mi mejor medicina, y eso es algo que agradeceré toda la vida. Juan B.M. que se dedica a impartir talleres de foto a jóvenes que tienen cierto tipo de problemas, entenderá a cabalidad lo que escribo.

Gracias amigos, gracias a todos los que visitan este espacio.

15 comentarios:

Juan B. Morán dijo...

Muchas gracias, Arturo, haces que me emocione.

Todo en realidad empezó hace muchos años, no sabíamos cómo llegar a un grupo de niños que tenían serios problemas: consumo de drogas, malas relaciones familiares..y desembarcamos en un barrio, Caño Roto.

La foto les atraía, podían jugar con una cámara, retratarse (acaso soñar a ser otras personas distintas a los que eran con menos problemas), nos permitía salir con la excusa de hacer fotos y especialmente convivir. Con el paso de los años un buen día, me encontré en el periódico con un anuncio laboral de un taller de fotografía y me eligieron llevo más de diez años. Ahora acude cualquiera no sólo chavales sino incluso personas mayores. A todos les une el naufragio ( y yo he de de decir que soy el naufrago mayor).

Con el paso del tiempo, me he dado cuenta de que la fotografía permite retratar el mundo interior (cada uno de nosotros hacemos un tipo de fotografía distinta porque sólo tenemos nuestros propios ojos para ver como vemos el mundo). Además permite hablar en un orden simbólico de nuestros problemas, compartirlos, comprenderlos...y superarlos.

Gracias al taller he conocido a mucha gente con profundos problemas, y el deseo al fondo de superarlos.

Creo que podríamos hablar más de todo esto. Hoy emocionado me faltan las palabras por eso me he acordado de un pequeño texto que sirvió para hacer un audiovisual conmovedor y que retrata, nos retrató a todos.

Un abrazo


"Mi vida a veces parece una maleta. Está llena de sentimientos y de recuerdos, de alegrías, de pesares, de caminos, de encuentros, de fidelidades, de desengaños... Mi torpeza no supera el límite de lo permitido cuando de sobrellevar pasados se trata, pero también tengo un presente que recorro todos los días cuando amanece.Y todo ello lo puedo guardar en mi vida como quien cierra una maleta antes de partir de viaje.
Mi vida, a veces, parece una maleta nunca vacía. Siempre llena hasta la extenuación de sentimientos y de recuerdos, como los retales que me hacen ser quien soy.
Voy de aquí para allá, sintiendo las cosas que me pesan y que me son leves. Voy subiendo las escaleras del destino como quien deja en cada peldaño un poquito de piel, aunque ésta a menudo no valga más que el papel, el dinero o el olvido.
Cuando siento el peso de esa maleta, algo de regocijo envuelve mis músculos al notar como aumenta el caudal vital. Sin entregas, sin “ni a tontas ni a locas”, sin permisivos aplausos que adolezcan el ambiente. Siempre entero, sin muchas líneas rectas con las que arañar los recuerdos. Sin arañarla a ella. A mi maleta.
A veces la abro como quien abre un secreto, en el calor del silencio.
Recuerdos, sí; recuerdos ¡Ojalá pesen unos kilos más!:

“En un silencio abierto con los ojos
abría el canto las gargantas llenas
de derrotas grises; en las callejas
en las que anduve perdiendo y llorando solo” .

Recuerdos...aquellos juegos en el patio del colegio: la bicicleta de hierro roja; la primera vez que descubrí el mar. El canto de las gaviotas invadiendo el espacio.
Como el ladrido lejano respondido por otra queja animal en la oscuridad de la noche. Guardando ladridos estoy. Como quien guarda relojes. Diminutos compases de tiempo aullados a lo largo y ancho de campos y ciudades. Los amos sólo sienten un ladrido cuando se lamenta su can, pero no recogen otros ladridos. Pues yo no soy amo más que de mi propia vida, y puedo regalar a esos animales que tan a menudo ocupan nuestro propio lugar. Y también las guardo en mi maleta.
A veces pesan los malos tragos y es como si algo se estremeciera por dentro: aquel dolor ..., el primer enfado con la familia. La soledad, el desamor, la enfermedad, la pérdida de un ser querido.
M vida a veces perece una maleta que quiero llenar de amor, ternura, amistad, ilusión ... cosas que contar al envejecer. Y mi maleta envejece aprendiendo con rapidez cómo desgranar sus goznes de bisagra adulta para mostrar su interior. ¿Cuántas veces he acudido a ella para desbrozar reliquias? Nubes, tormentas, risas ..., como el gorro de un mago.
No se escapan muchas cosas de mi maleta. Labores, trabajos, afanes... Todos dejan su huella en esas paredes de cartón-piel.

Las ciudades se esconden tras sus rascacielos cuando la abro y cierro para sacar una simple prenda con la que ahuyentar el frió o la lluvia. A veces me aferro a mi maleta como quien acoge una fe, una seguridad, algo en lo que creer.
“Soy sencillamente en el tiempo” me recuerda mi inteligencia, pero es el propio tiempo el que aumenta el valor de mi maleta para mí. Los recuerdos familiares también caben dentro de ella. Las sonrisas de los sobrinos, el abrazo de un padre, el beso de una madre... Y todo en una tenue maleta, parecida al alma. Cuanto más simple, más grande. Algo que trasciende a su propia simpleza. Que crece y crece según aumenta las querencias y ¿por qué no decirlo?, algún que otro olvido.
De todo ello recojo para vestirme con los mejores retazos cada día. Hoy llueve. Y como todos los días de la vida, de nuestra vida, recorro las calles de la ciudad con mi maleta. Nuestra maleta. La sigo llenando con recuerdos, objetos e imágenes lumínicas que perforan mi retina.
A lo lejos, alguien corre buscando su maleta. Buscando su futuro: “Se que el país de la felicidad existe y lo busco”.

Alex Hache dijo...

Gracias por compartir esto Arturo, tu trabajo, tu sensibilidad, es verdaderamente admirable. Un abrazo desde ignotas tierras.

Arturo Ávila Cano dijo...

Y tú dices que te has quedado sin palabras por el momento... estimado Juan, después de leer tu texto el que ha extraviado casi por completo las palabras soy yo, este ridículo personaje al que algunos llaman maestro, que carga una maleta que los años, la familia, las amigas, los amigos, las experiencias, mi mujer y algunos libros se han encargado de llenar en cada viaje, por fortuna.

Y en uno de esos viajes entró una vieja Yashica, de lente fijo y telémetro, con la cual comencé a registrar las personas y las cosas que me han tocado de alguna manera.

Esa manera de preservar la memoria a través de la fotografía me llevó encontrar un camino que se negaba a ser transitado, que permanecía oculto para mi. Pero cuando lo hallé, cuando la hierba se hizo a un lado decidí olvidar muchos viajes que me dejaban a la vuelta de la esquina, insatisfecho, agotado, intranquilo.

Llevo ya diez años en esto de la imagen, y aunque el camino no ha sido fácil de transitar, siempre me ofrece senderos para bordear, vericuetos y así proseguir.

Y parafraseando al poeta Sabina, con la imagen busco cambiarme hace años de la calle melancolía, pero cada vez que captó algo en una fotografía pienso que me niego a abandonar ese barrio, porque sigo alimentando la nostalgia con las imágenes.

Si amigos, voy con mi maleta llena de melancolía, nostalgias y pesadumbres, pero también se llena de esperanza, en ciertas ocasiones, sólo en ciertas ocasiones.

Un abrazo para ambos.
Gracias por las palabras

capitan dijo...

muchas ansiedades tenemos y cuando se juntan uno no sabe como hizo cortocircuito.


saludos

Juan B. Morán dijo...

Creo, Arturo, que toda actividad artística es terapéutica, porque se convierte en nuestro camino, en la posibilidad del descubrimiento, de conocer y aproximarnos a la vida tal y como es. De poder expresar en otro orden nuestro mundo interior. Creo que el arte me enseña a ser mejor persona, al igual que a ti. ¿por qué? porque es zambullirse en la realidad para encontrarnos, es comprender desde la libertad artística que estamos llamados a hacer de nuestra vida otra posible obra de arte con materiales precarios.

Creo que las gracias son para ti, por ese empeño que pones. Te diré que ser maestro o profe sin aureola es una de las actividades más gratas que puede hacer un ser humano. Yo me considero un sencillo profe y me gusta allanar las dificultades que cualquier pueda tener y hacer de puente para que el otro encuentre su propio saber.

Un abrazo

Fausto Vargas dijo...

que buen blog saludos nortenos

La Insomne dijo...

“Con acentuada desazón
trato de encontrar aquello
que en mi interior se albergó
para no dejarme en paz”

En un fragmento de mi última entrada en mi blog…esas búsquedas que no nos dejan en paz. Que nos hacen día con día como somos y como dejamos de ser. Cada quien encuentra sus pasiones, su motor en la vida.
Es cierto, la docencia es algo maravilloso pero sólo si lo combinamos con el mismo aprendizaje de la creación. De ese motor que nos mueve y ubica en el mundo, el que nos recrea.
He probado esa delicia de estar con los chavos enseñando-APRENDIENDO (así con mayúsculas). Sin embargo siempre se compromete nuestro crecimiento personal por los tiempos de la burocracia. A veces queremos hacer tanto en tan poco tiempo.
Lo importante es que nuestra alma emana constante y eterna hacia los demás y eso lo agradecen quienes lo leen (en imágenes, en actos, en palabras).
El tiempo para crear llegará…y será muy productivo…busquémonos esos momentitos de liberación. No dejemos de soñar porque el sueño es el acto de total anarquía donde damos forma a nuestras realidades pensadas…Gracias por se traslúcido...
Buena Vibra…

Osselin dijo...

Amigos Juan BM y Arturo:

Somos protagonistas de los mismos hechos.
La fotografía es el bálsamo de mis neuras.
También me dedico a la enseñanza, aunque de muchachos de clase media. Mi gran pena es no vivir de la fotografía. Pero eso en España esta reservado a unos pocos privilegiados.
No sé en Madrid o México ,pero en Barcelona hay centenares de buenos fotográfos y más aún personas que dominen Photoshop. Son tantos y tan buenos que hay que dedicarse en cuerpo y alma para abrirse camino. No estoy en edad de esa lucha.
Además hay que seguir los temas de moda, los formatos de moda, los acabados de moda. Ahora por ejemplo tendría que hacer polidípticos de seis fotos con megasaturación, composición geométrica y tema urbano.
Eso vende, es lo que los galeristas están promocionando ahora. Naturalmente en aluminio o en Ektachrome sobre papel de 250 grs para arriba.
Por eso me divierte sobremanera el blog, mi pequeña selva de libertad donde no dependo de ningún crítico, de ningún material, de ningun galerista, de ninguna moda y donde puedo experimentar tanto como quiera sin el riesgo de "no vender".Aunque sigo haciendo exposiciones con fotografía física pues me gusta observar el contacto del público con mi obra. En cuanto a todo lo demás al cuerno con el dinero!
Saludos amigo.
Te escribo hoy en privado para concretar algunas cosas.

Juan B. Morán dijo...

Comparto tu reflexión, estimado José, creo que el blog sirve para experimentar esa libertad de creación sin los parámetros estrechos de los gurús de moda. Y además el arte emociona dice algo, y yo me conformo con poder compartirlo.

Es difícil vivir del arte y más de la fotografía, Cristina García Rodero comentaba que no había ganado ni un duro con toda su trayectoria de fotógrafa de todos los rincones de España.

Yo un fotógrafo más humilde me gano el pan enseñándola o utilizándola a nivel social y por ello me siento realizado, sencillamente. Que sirva de espacio de encuentro para personas.

Y necesito fotografiar al igual que necesito soñar porque me gusta y me realiza, como puede realizar a un pintor su obra. Es una manera de encontrarme a mí mismo y de encontrarme con los demás.

Un abrazo

Osselin dijo...

Exacto Juan. Ni más ni menos.
Una abrazo a todos.

Arturo Ávila Cano dijo...

Hola amigos

Interesantes palabras las que dejan ustedes en este espacio.
José, yo vivo de la fotografía tal como lo hace Juan, de una manera humilde, no busco los reflectores, busco que otras personas que no saben cómo expresarse ni qué expredsar, vean en la fotografía una posibilidad de creación, de liberación. Busco amistades, complicidades, como la que se ha forjado entre nosotros en este espacio virtual.
Cuando trabajé para prensa pronto me desencanté, me di cuenta que casi todo se reduce al retrato del político, del artista, del empresario, del deportista. No me gusta el people, me aburre la prensa mexicana con sus imágenes sobre los personajes destacados de la sociedad. No me gusta reproducir esa clase de mitos. Salí, abandoné el medio porque pensé que en la docencia iba a tener libertad de enseñar lo que a mi me agrada y captar mediante la foto, las cosas que me gustan, por las que siento particular interés. Hasta el momento ha sido así y no me arrepiento de no trabajar para un medio que me va a limitar como trabajador.
Y la fotografía es, al igual que para ti, bálsamo, liberación.
Y estos espacios electrónicos son formidables para que uno intente seguir su voz interna, su propio camino.
No me preocupa la moda en fotografía, ni las supuestas vanguardias, en todo caso, aspiro a reflejar esa inquietud que me grita fuerte cuando llego a vislumbrar algo trascendente para mi.

Arturo Ávila Cano dijo...

Lila

Gracias por tus palabras en las que nos recuerdas que tambié nosotros nos llevamos un gran aprendizaje de aquellos con los que convivimos. Eso es fundamental para seguir por este camino...
Y puedes estar segura que en cuanto llegue ese momento de creación, trataré de ser congruente con esa libertad que nos es permitida en breves dosis, por breves momentos.
Así que a seguir soñando amiga. De hecho -parafraseando a Borges- igual ahora lo estoy haciendo y en mi sueño, sueño que otro está viendo esta bitácora y está escribiendo estas líneas por mi, mientras yo estoy ausente, en otro tiempo, donde estoy captando fotografías que van a ser publicadas en una bitácora que va a ser comentada por Lila.

Eduardo Cortés dijo...

PROFESOR!! disculpe que interrumpa esta conversacion con sus amigos.. solo pasaba a decirle que ya estan arriba mis fotos nocturnas. ya las arregle.. La verdad fue toda una aventura tomarlas, porque mi camara analoga no sirve entonces pedi una digital con funciones manuales y mi papa me llevo a las 10.30 de la noche entonces si staba medio peligroso jaja pero le juro que hice mi mayor esfuerzo para que quedaran bien! se que tienen sus deficiencias pero espero le agraden. HASta pronto suerte bye

B dijo...

Que tal profe, un saludo y avisarle que ya subi las fotos nocturnas, haber que tal ya que pense que iva a tener que tomarlas otra vez pero encontre varias que me sirvieron.

Miguel Angel Servellón dijo...

Dese que inicie mi camino en la fotografía usted me ha inspirado mucho, sus palabras y consejos son de lo mejor que se encuentran en la red.
Saludos