Alguna vez, hace no mucho tiempo, escribí que algo que me gusta hacer cuando tomo fotografías es jugar... jugar con los encuadres, con los ángulos, con las opciones que me ofrece este genial invento que ha sido vilipendiado, menospreciado, pero que tiene una gran fuerza de expresión... peor para aquellos que no creen que la fotografía puede tener una gran carga emotiva.
Estas imágenes las capté en una reciente visita al Museo del Niño, en la ciudad de México.
4 comentarios:
Buena experimentación.
¡¡qué alegría de fotos!!, me gusta especialmente esa fuente peculiar. Saludos...
Excelente juego!
Hola amigos
Gracias por sus comentarios.
Recientemente me incorporè a clases y no he tenido tiempo de captar otro tipo de imágenes, pero éstas ya las debía. A mi también me gustó el color, la posiblidad de jugar con baja velocidad de obturación y con el contraste tonal
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