Con esta imagen que capté en la zona arqueológica de Palenque, Chiapas el último mes de 2011, inicio una especie de rito, una despedida emotiva, para mi, del proceso fotográfico que trabajé con disciplina y cariño por más de quince años. La quiebra de Kodak nos deja desamparados a aquellos que aún, en plena época de gadgets, i phones, smart phones, buscábamos un resquicio para trabajar con película en blanco y negro, 125 Asa o la mítica Tri X-Pan.
No se equivoquen, no soy un romántico absurdo e intolerante. Vengo trabajando la fotografía digital desde hace más de 8 años, el tiempo que tiene esta bitácora electrónica. Desde entonces digitalicé mi trabajo y lo combiné con el uso de mi querida cámara mecánica FM2, mi ampliadora, timer, tanques, etcétera, en fin, todos los artilugios del cuarto oscuro.
Este año me he hecho la promesa por captar muchas imágenes con película, imprimiré con Ilford y poco a poco le iré dando un adios definitivo a parte de mi equipo, y con ello al proceso negativo-positivo que tantas satisfacciones me otorgó.
Gracias a todos aquellos que hicieron posible ese trabajo.
Pues que venga lo digital, pero que venga con criterio y talento, carajo.
Arturo Ávila Cano
2 comentarios:
¿significa que no vas a seguir mostrando tu trabajo? no me gustaría dejar de ver tu forma de hacer fotos, hay una cosa en la que estoy de acuerdo: el necesario criterio: la eterna búsqueda del discurso fotográfico... y claro: el talento...
saludos
Siempre espero seguir viendo su trabajo maestro, Saludos
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