19 febrero, 2008
Viaje por Chiapas (parte IV)
Pequeño río que atraviesa el campamento lacandón. Esta imagen la capté con la cámara en bulbo (40 segundos) y diafragma 22. No usé tripié, coloqué la cámara en una pequeña silla que estaba junto al río. Año 2007
Pequeña cabaña en campamento lacandón. En ese lugar hay tanto cabañas individuales como colectivas. Se debe llegar a ese sitio para partir de alli a un lugar de la Selva Lacandona, como se decía en los comunicados del EZ. Año 2007
Hola a todos
Prosigo con una pequeña crónica del recorrido que hice por algunos lugares de Chiapas este pasado diciembre... Divorciado, sólo y sin planes concretos para el futuro...
Después de que el camión nos dejó en el cruce de caminos entre Yaxchilán y Bonampak, esperamos unos minutos a una camioneta que nos iba a llevar hasta el campamento lacandón, donde pasariamos la noche para emprender una caminata por la selva lacandona al día siguiente.
Tal cual les había comentado, yo era el único mexicano entre un grupo de estadounidenses y canadienses. Para no permanecer callado todo el camino, comencé a hacerle plática a la jóven pareja del Canadá (Cristina y Alex), que resultó ser muy amable.
Tardamos como veinte minutos en llegar al campamento, donde nos recibió un indigena lacandón de nombre Vicente, que al parecer era el patrono del sitio. Nos llevó hasta unas cabañas rústicas que serían nuestra habitación y nos invitó a pasar al comedor para tener una agradable cena de pollo frito y ensalada.
En el comedor conocí a una joven de ascendencia mexicana que radica en los Estados Unidos, donde trabaja como maestra en una high school. También me topé con un trío de chavos que procedían de Ecatepec, en el estado de México. Pronto se unió al grupo una guapa arquitecta de Guadalajara que estaba observando el entorno para construir unas cabañas ecológicas en Playa del Carmen, en Cancún.
Todos estábamos un poco cansados, así que tras una breve charla después de la cena nos dirigimos a nuestras cabañas. Yo, afortunado, tuve la suerte de contar con una cabaña individual, con todo y baño. Eso me alegró, pensé que iba a estar solo para reflexionar sobre mi situación personal, pensaba que podía escribir unas cuantas líneas en una pequeña libreta del Fondo de Cultura Económica, que hace años compré para una ocasión especial, como esa. El gusto no me duró lo suficiente, ya que como a medianoche llegó un grupo ruidoso de españoles a la cabaña de al lado. Ese fue el fin del silencio en la selva.
Por más que lo deseaba, no pude seguir escribiendo ni leyendo. La plática de mis molestos vecinos me impedia concentrarme...
Pequeñas cascadas en el interior de la Selva Lacandona, captadas con baja velocidad de obturación. Año 2007
A la mañana siguiente me dirigí al comedor para tomar un ligero desayuno y emprender la marcha hacia la selva. En el lugar ya se encontraban todos los demás. Tuvimos otra agradable charla y nos fuimos presentando poco a poco. A las ocho de la mañana entró al comedor el viejo Vicente para informarnos que David, un jóven indígena lacandón, nos acompañaría al recorrido.
Al igual que los demás fui por algunas cosas para emprender la marcha. Llevé tan sólo una vieja maleta para equipo fotográfico que me regalara mi ex mujer hace algunos años, y que por un pequeño y molesto ruido que ocasiona con el movimiento, había desistido de usar, pero ahora ya no había nadie más que se molestara con el ruido de mi maleta... acaso yo, y sólo por las nostalgias que me traía de manera contínua.
Mi condición física no era la mejor para una caminata de más de cinco horas. Hacía tiempo que no practicaba nada de deporte, y desde que me cambié de casa hasta Tultitlán, había dejado hasta las recurrentes caminatas por las calles de la ciudad. Pasaba más tiempo en transporte público que caminando por el centro histórico, mi lugar predilecto.
Para mi caminata en la selva opté por unos viejos pantalones de cargo, una camisa blanca, un chaleco ligero y unas medias botas.
Grupo de amigos de México y Canadá en un lugar de la Selva Lacandona. Año 2007.
Mónica en la prueba de equilibrio. Año 2007
Mis compañeros de viaje también viajaban ligero. Casi todos llevaban un pequeño morral.
Al principio no percibí el calor, pero después de media hora estaba sudando copiosamente. Recordé que en la pequeña maleta llevaba un viejo paliacate, el cual me ayudó para limpiarme las gotas de sudor. No dije nada, pero presentía que en algún momento mi pésima condición física me obligaría a hacer un alto en el camino, alterando con ello el recorrido por la selva.
Afortunadamente, David, nuestro guía, paraba para mostrarnos la flora del lugar. Esas pequeñas pausas me ayudaron para recobrar el aliento. Poco a poco fuimos pasando por algunos ríos y pequeñas cascadas que me refrescaron por completo. No recuerdo por cuantas fuentes naturales de agua pasamos, pero fueron muchas. No las recuerdo por su cantidad, sino por su belleza imponente.
Tras dos horas de camino, llegamos a un milenario templo abandonado en la espesura de la selva. El pequeño templo me impresionó. Relacioné las formas de aquel edificio con las de Bonampak.
David nos comentó que el INAH ya tenía conocimiento del templo, que algunos arqueólogos habían tomado un registro...pero de eso habían pasado ya varios meses. Subimos hasta la cima de esa vieja pirámide. Eso no fue difícil, lo complicado fue el descenso, pues el suelo estaba húmedo, por lo tanto resbaloso. El gran tronco de una vieja ceiba nos ayudó para bajar de aquella pirámide...
Mónica y las caracolas que recolectó en la Selva para elaborar collares para sus amigos. Año 2007
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15 comentarios:
Caro Arturo,
Estas imagenes, además de bellísimas, son balsámicas. Esos ríos me acuerdan los de mi infancia en el interior, y ¿sabes?, desde muy temprano yo quedaba tiempos inmensos en sus orillas, escuchando sus cantares... Creo que las canciones de los ríos nos dicen que nuestro camino igual al suyo, siempre de claros y oscuros, siempre de recomenzar que vamonos todos, serpenteando entre las rocas, una hora plenos de espacios y felicidades, en otra un hilillo de agua, casi nada y avanzando un poquito más, volver más fuerte y fluir nuevamente con plenitud.
Un abrazo muy fuerte y con afecto.
HOLA PROFFFFF YA ESTAN MIS FOTITOS DE RESTAURACIÓN DESE UNA VUELTA POR MI PAGINA NO??''
Hola prof estoy listo para las prácticas de este semestre, en cuanto tenga nuevas noticias me vuelvo a comunicar,att: Fernando Dávila Moreno
Hola profesor ya subí mis fotos restauradas, chequelas. Cuidese.
PROF YA ESTA MI FOTO RESTAURACIÒN Y UN POCO DE FOTO ARQUITECTURA CHEQUELO A VER QUE TAL.
SALUDOS
Hola Profesor este es mi BLOG espero le guste y mis fotos esten bien elaboradas, sus fotos son muy buenas me gustaron mucho.
Nos vemos en la proxima clase bye bye...
hola profe soy gaby es para confirmar mi blog al taron le mando lo demas
profe auqi es mi practiquita ok?? bye
Arturito!!!
Una vez más molestandote, aqui para hecharte un comentario, pues dejame decirte que estuve siguiendo tu crónica de viaje y sinceramente me gusto mucho, ahora bien al respecto de esta sección de fotos pues vaya las que mas me gustaron fueron las de los troncos de los arboles y la de las raíces de un árbol bajo el agua, creeme he intentado tomar fotos de árboles y es más difícil de lo que parece excelentes fotografías me gusto mucho esta pequeña muestra de lo que es uno de los estados más hermosos de nuestro país
saludos
hola prof, espero ahora si le llegue, vamos rebaño, vamos lider, vamos invicto, vamos por la libertadores y la liga
HOLA PROF YA SUBI MIS FOTITOS, YA LAS PUEDE REVISAR, Y PORFAVOR AGREGUE EL VINCULO A SU PAGINA, POR QUE AUN NO LO TIENE, FERNANDA 5801.
http://fernanda-moon.blogspot.com/
Creo que a esta altura los saludos ya estan de más mi querido Arturo, baste con saber que he vuelto de un pequeño viaje, que si bien no es tan bello como el tuyo, tiene más o menos el mismo significado, en fin, amigo, pasaba para saludarte, si, pero también para felicitarte por este gran trabajo, no el de las fotos, bueno también ese, pero más por el placer de leerte tal y como eres, por regalarnos ese espacio que muchos no quisieran develar, pero que muy al contrario y creo que eso es tipico en ti, muestras y compartes no solo tus vivencias, si no además, nos permites hacer nuestras todas y cada una de las palabras e imagenes que has recolectado en uno de los estados más productivos de los genios (si, así como tú), la tristeza y el duelo, veo mucha agua en tus imagenes y solo por no dejar espero que esa nostálgia permanezca contigo, que aprendas a vivir con ella y pese a ella mi amigo, que tengas hoy y para siempre la nostalgia, la tristeza y la pasión de tu lado, pues sin eso creo que no estaría escribiendole a Arturo, sino a alguien más... CARPE DIEM
Hola prof. Muy buena la información de su blog, algún día quiero ser como usted y sacar fotos como las suyas, ánimo y a echarle pa'lante.
Danilo.
Río en campamento lacandón
Me fascinaron los colores. Los reflejos que se forman en el agua al igual que las diferentes tonalidades son hermosos, así como el juego de texturas del agua con las hojas y la tierra. Es una fotografía llena de vida. A mi parecer refleja mucha tranquilidad.
Antiguo templo perdido
Hermosa la mezcla de colores y texturas; el contrapicado hace ver la fotografía aún más llamativa.
Árboles petrificados
Los troncos por debajo del agua hacen que la fotografía se vea sumamente interesante. Los colores, reflejos y texturas son realmente hermosos.
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