04 octubre, 2007

Reposo y vértigo en Reforma





Banca sobre la avenida Reforma. Fotografía: Arturo Ávila Cano. Año 2007

4 comentarios:

Naby dijo...

Que onda prof.Ya ni se ha de acordar de mi. Soy Nairoby digo por si no se acuerda. Solo quería decirle que lo extraño un..... mucho.
Y también que ya cambie mi blog. se lo doy para que vea mi trabajo y se burle ja ja. Bueno aqui va: www.vasoroto-photographia.blogspot.com

ahi esta. ojala y me agrege. Ya vi que estoy entre sus amigo gracias. Yo tambien lo quiero poner pero no he tenido mucho tiempo.

Además me voy a ir a vivir a Can cun Por un tiempo. A ver que pasa. Siempre es bueno experimentar nuevas cosas. Además me encanta Merida y voy a estar cerquititititita.

Lo dejo por que tengo que scannear muchas fotos ( en eso trabajo). Besos a su esposa y a usted tambien.

Blanca Sanabria dijo...

Hola profe!!!!!
Ya ves como te enojas con nosotros, no te enoje, ya le vamos a hechar ganas por lo menos yo si, pero pues ya no nos regañes!!!!
te mando un saludín y aquel hombrecito también jajaja
atte: Blankitagirl

Arturo Ávila Cano dijo...

Hola Naby

Me da mucho gusto saber de ti. Qué envidia que te vas a vivir cerca de la ciudad de Mérida. Allá tengo familiares muy queridos. Espero que sigamos en contacto y que no te olvides de este sujeto.

Muchas gracias por los besos para mi mujer y para mi.

Se te extraña. Cuídate mucho amiga.

Eduar_Dola dijo...

Esta foto son como las anteriores( el cocodrilo y el amanecer) , cotidianas y lúdicas.

Son fotos que al menos a mi me dicen mucho, sobretodo de aquel estado de animo que se refleja, a veces creo que fotografíar lo cotidiano, ya sea de forma real o con una mirada contemplativa, nos ayuda a salir de la misma cotidianidad, de momentos en los que ver como se proyecta una sombra o como incide la luz en un objeto...

Son estos retratos los que nos llenan de una extraña sensación de abandono que terminan dejandonos llenos de cierta paz y quietud inexplicable o que en su defecto nos sumerjen en la meloancolía haciendonos sentir tal vez un tanto peor, pero que hacen que nos demos cuenta que "más peor" ya no podemos sentirnos.

Felicidades Prof., y aunque tal vez ya no sea Prof. por las razones que tenga, lo seguira siendo siempre para todos aquellos que nos ayudo a que se nos revelara en el momento menos pensado la vocación, y los cuales les estaremos eternamente agradecidos (lo escribo en tercera persona por que me embarga la emoción al recordar ese momento en el que esa snsación se me hizo presente mientras sostenia la FM10).


CARPE DIEM