Este es una fotografía que capté hace algunos años afuera del Palacio de Bellas Artes, en la Ciudad de México. Pertenece a esa clase de imágenes que al principio no nos impacta o dice mucho, pero con el tiempo, cobra su importancia.
De hecho, había perdido de vista tanto el negativo como el positivo. No recordaba dónde había guardado el original y la copia de esta fotografía...Hasta hace algunos meses que visité la casa de mis padres. En un rincón de la sala vi el positivo, montado en un marco negro de madera, y vestido con una marialuisa de papel fabriano; al reverso, tenía aún la ficha de identificación de la exposición que mi amigo Mario Fernández y mi querida Vero, me ayudaron a organizar en la Casa de Cultura de Azcapotzalco.
Desde ese mismo momento comenzó la inquietud por saber el destino del negativo.
Más tarde, al hurgar en el espacio que era parte de mi biblioteca y estudio, encontré perdido entre varios libros viejos, un folder con varios portanegativos en su interior. Al pasar las hojas de plástico que guardan los fotogramas, recordé de manera fugaz algunos momentos hace tiempo ya vividos, y que por razones atribuibles a la vida cotidiana, había olvidado casi por completo. Me costó reconocer algunos fotogramas. Alli, traspapelado, encontré este fotograma.
Decidí llevarme esos negativos a mi nuevo estudio, para digitalizarlos y tratar de hacer algo nuevo con ellos.
Este es el resultado del primer negativo que decidí escanear. Confieso que el resultado me complace, y quisiera creer que honra con mucho al original.
Ahora aprecio más esta imagen, pues encuentro en ella un peculiar juego de abstracción, y además, sutileza en los tonos. Creo que cuando capté la imagen, fijé mi atención en lo primero, lo segundo, formó parte de esos detalles que resaltan al momento de la impresión en el laboratorio. Además, esta imagen pertenece a las últimas impresiones que llevé a cabo en mi viejo cuarto oscuro, que aguarda mejores tiempos en la casa de mis padres.
Foto original. Detalle del Palacio de Bellas Artes. Ciudad de México. Año 2003. Película Asa 125 Plus X PAN de Kodak. Cámara Nikon FM2.
Lente Sigma 28-300. Autor: Arturo Ávila Cano
Recreaciones digital es en Photoshop. Año 2006
Texto y fotos: Arturo Àvila Cano
8 comentarios:
No cabe duda que cuando hay talento una foto dice casi mil palabras, es un orgullo mirar fotos así y es mejor aun ver que la edición es una herramienta que cuando se sabe usar luce como una estrella en la obscuridad Felicidades y de nuevo merece decirse que es un orgullo observar trabajas con este nivel de calidad y derroche en su esplendor... Felicidades :)
hola que buenas fotos eh!
Profe me gustaria que comartiera mas de su talento con nosotros
paola
profe me encantan las fotos que toma tiene mucha vision espero aprender lo minimo para tratar de tomar fotos como usted
prof:por fin pude entrar a su blog me podria enviar una fuia de como tomar la desicion correcta en una foto. esta padre su blog por que tiene de todo lo referido a su materia
hola profe esta es mi vitacora
y espero aprender todo lo del curso
los_restos_del_naufragio
Gracias por todos los momentos
que ha compartido,momentos llenos de sentimientos y pensamientos compartidos,sueños y
anhelos,secretos, risas,y sobre todo,su amistad.
Gracias por dedicarnos tiempo
tiempo para demostrar su forma de ver las cosas y sus conocimientos,
tiempo para escuchar los problemas ajenos y ayudarnos a buscar solución,
y sobre todo,tiempo para sonreir y mostrarnos su afecto.
cuando necesitabamos en quien confiar y pedir consejo usted estaba ahi... incluso ahora mi futuro lo veo con otra cara pues nos enseño lo que realmente vale la creatividad, por todo eso
GRACIAS PROF!!! por ser asi
no se olvide que tienen unos amigos que lo estiman...
Pues esta secciòn se ve bastante bien.....que bueno que tengo un maestro como tu.....por que yo te sigo considerando mi maestro.....
Publicar un comentario